sábado, 7 de junio de 2014

CASTA
 
           “ Grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás por su posición, dominancia, riqueza..privilegios” ..etc..
                                                                                                      
               Ha bastado que algunos, con un poco de coherencia, vertebren un programa político basado  en lo que pensamos muchos ciudadanos acerca de la política que hacen la mayoría de políticos en ejercicio, para que la casta se les lance a la yugular comparándolos con líderes tan dispares como Marine Le Pen o Simón Bolívar.

                La democracia está gravemente enferma, aquejada de un mal que es urgente curar si queremos persistir en nuestro deseo de libertad y de justicia: La pésima, relación entre la clase política y la ciudadanía, y el maquiavélico juego establecido entre los partidos políticos.

                No hace falta ser un lince para captar lo que cada vez se hace más evidente, que los partidos políticos tienen un único objetivo: el poder. Y una vez instalados en el mismo, siguen teniendo un único objetivo: mantenerse en el poder. Para ello han dejado a un lado los problemas del ciudadano, para concentrarse en depredar al contrario y seguir así  manteniendo sus privilegios.

                 Han convertido la política, que debería ser un servicio, en un oficio al que se accede sin más currículum que afiliarte al partido, aún careciendo de ideología, y que el número uno correspondiente te lleve en su lista.

                 Recordar cómo un gobierno socialista recortó el dinero destinado a la acción social o cómo neocon liberalizó las leyes laborales, con la sonrisa boba en los labios, rompe el corazón, pero ver cómo el PP no apoyó aquellas medidas, para pulverizar la acción del gobierno daba asco. 

Comprobar cómo  el actual Presidente de Gobierno nos engañó a todos presentando un programa que ha incumplido punto por punto y cómo, desde su llegada al poder, está dejando el país con sus recortes y medidas salidas de su propio cacumen, provoca el vómito.

Así, entre la desolación y el tedio, los ciudadanos desconfiamos cada vez más del gobierno, que con los impuestos de los que tenemos la “suerte” (porque ya no es un derecho) de trabajar y los recortes en gastos sociales sigue subvencionando suculentamente a la banca, al capital.


Menos mal que el vendaval de aire fresco (originado por PODEMOS), tras las europeas, ha alejado un poco el hedor de este pudridero que es occidente.

2 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo con tu punto de vista, Cristóbal.
    Con Podemos un soplo de aire fresco ha recorrido la península. Esperemos que se convierta en lluvia.
    La necesitamos tanto.
    PODEMOS

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  2. Bienvenido a Blogger. Espero poder leerte con frecuencia.

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